La elegancia femenina no es una moda, es una herencia, y Longines ha dedicado más de un siglo a forjar su expresión intuitiva. Desde los modelos engastados en gemas de principios del siglo XX, se ha consolidado como una autoridad indiscutible en la creación de piezas que celebran la sofisticación y el refinamiento de la mujer contemporánea. Con su colección PrimaLuna totalmente rediseñada, la Maison reafirma su compromiso con aquella que valora tanto la precisión de la excelencia mecánica sin sacrificar el atractivo sublime del diseño.

El arte de la delicadeza

La transformación visual de PrimaLuna comienza con su nueva caja de 34 mm. Las superficies sutilmente abombadas capturan un juego etéreo de luces y sombras, magnificando la delicadeza del reloj. La corona se convierte en una poesía en miniatura: su forma de burbuja evoca la luna llena, y los grabados de medias lunas que rodean su superficie crean una conexión tangible con la mágica complicación que alberga. Disponible en acero, en una elegante combinación bicolor o adornada con diamantes, cada modelo mantiene las proporciones refinadas de la colección, expresando el lujo en múltiples facetas.

Precisión en movimiento

Por primera vez, la función automática de fase lunar, incluye una práctica presentación de fecha. La proeza es impulsada por el exclusivo calibre automático Longines L899.5, equipado con una avanzada espiral de silicio. Esta tecnología no solo garantiza un rendimiento excepcional y una resistencia superior a los campos magnéticos y de temperatura, sino que asegura una precisión duradera que cumple con los estándares más exigentes de la relojería suiza. Además, ofrece una impresionante reserva de marcha de 72 horas, garantizando un mantenimiento de la hora inquebrantable, incluso lejos de la muñeca.

Armonías celestiales

La colección hace gala de su versatilidad a través de tres deslumbrantes versiones de esfera:

·      Una opción clásica en plateado y efecto de rayos de sol destila sofisticación atemporal con números romanos pintados en azul o negro.

·      Para las adeptas al lujo moderno fue creada la esfera en nácar blanco, se adorna con índices de diamante que produce momentos de brillo silencioso.

·      Se logró una oda a la estética con la esfera única en nácar azul celeste; es un lienzo para 14 índices de diamante, complementada por un bisel adornado por 48 zafiros meticulosamente seleccionados. Engastados en un degradado sutil de tonos celestes.

Sutil balance

El refinamiento se extiende a la muñeca. La nueva pulsera de acero inoxidable presenta eslabones más cortos y abombados, diseñados para ofrecer un confort mejorado y una integración perfecta con la arquitectura de la caja. Alternativamente, las correas de cuero de caimán premium, en sofisticados tonos como el burdeos, ofrecen una conexión íntima entre la portadora y la pieza. Cada una demuestra cómo estos diseños crean una simbiosis perfecta entre la tradición artesanal y la sofisticación contemporánea.

Símbolo de excelencia

Los zafiros, han sido seleccionados por su color y brillo excepcionales. Se han dispuesto cuidadosamente para crear un degradado sutil de tonos azules, logrando un efecto visual dinámico y lujoso. Más allá de su belleza, su dureza superior garantiza una resistencia inigualable. Cada gema fue pulida para realzar la estética y la experiencia táctil del reloj, asegurando que las sutiles variaciones de color doten a esta pieza de un carácter distintivo e irrepetible.