¿Esperas con ansias la temporada invernal para viajar a un destino nevado? Canadá puede ser la opción, no te defraudará, pues en la temporada invernal revela auténticas y diferentes facetas. Imagínate. te cautivará con épicos  sus parques, te brindará la oportunidad de apreciar a los osos polares, te deleitará con magníficos recorridos a través de senderos nevados entre bosques de cedros y abetos, además de sorprenderte con sus enigmas culturales.

 

Si te encuentras preparado para esta travesía invernal, elige entre diferentes destinos.

 

El encanto helado de Ontario

 

La cuna de las cataratas del Niágara, observarlas cristalizadas, son las más voluminosas de América del Norte, es todo un espectáculo, pues quedan envueltas en formaciones de hielo azulado. Debes saber que nunca se congelan por completo, el agua sigue fluyendo por debajo de las capas de hielo, donde se congela formando una masa que parece un glaciar y llega a medir 10 metros.

 

A las orillas del río Grand, encontrarás Elora que se cubre con una capa de nieve y copos de hielo, que contrasta con la piedra de canteras. Su pista de hielo brillará para permitir que te deslices en esquíes. Antes de la Navidad, en las afueras encontrarás su mercado navideño, de inspiración europea, fácil de reconocer por sus 10 cabañas con forma de A. Podrás comprar una variedad de regalos y una taza de chocolate caliente.

 

Cata en frío

 

Disfruta de una cata diferente en Wayne Gretzky Estates, una bodega y destilería que cuenta con una gran pista de hielo al aire libre, para que te diviertas patinando. Después, apuesta por una cata de vino maridada con alimentos o simplemente disfruta de un aperitivo en el Whisky Bar Patio. Abre a principios de diciembre y cierra a mediados de marzo. Se encuentra ubicada en el distrito de Niagara-on-the-Lake, que durante dos fines de semana de enero se transforma en una villa de vino de hielo e invita a disfrutar del mejor vino acompañado de la gastronomía de chefs locales.

 

La naturaleza inaudita de Yellowknife

 

Deléitate con los impresionantes lagos congelados, al noroeste, donde incluso te toparás con cielos oscuros y estrellados. Es la tierra de la carretera de hielo, que en el inverno se expande por 2,000 kilómetros, toca el Lago del Gran Esclavo y también podrás manejar sobre el océano Ártico. Más de 3000 renos domesticados que son arriados hacia el norte de la ciudad de Inuvik para ver dar a luz a sus crías, pueden aparecer en la ruta, todo un espectáculo de la madre naturaleza.

 

Audacia nocturna

 

El mismo camino congelado te conducirá hacia las auroras boreales, que suelen ser visibles durante 240 noches al año. Aunque los expertos señalan que la mejor época para vislumbrarlas es en invierno, porque las luces contrastan con el territorio que se encuentra cubierto por el manto blanco de la nieve. Aurora Village ofrece una encantadora experiencia de hospedaje en tipis para que disfrutes del singular espectáculo nocturno. Finaliza este mágico recorrido en el castillo de hielo de Yellowknife gracias al Festival de Invierno Snow King, que se efectúa durante marzo; durante enero y febrero puedes ver su proceso de construcción.

 

 

Los intrépidos deben explorar el desierto congelado y sus lagos helados en una moto de nieve. A través de una excursión podrán recorrer grandes distancias, contemplar la naturaleza y explorar sus cuevas de hielo.

 

El pueblo alpino de Whistler

 

Las montañas cubiertas de polvo de nieve te recibirán en este paraíso para los esquiadores, quienes inmediatamente sentirán correr la adrenalina por sus venas. Surca el paraíso montañoso a través del Sasquatch, la tirolesa más larga de Canadá con una longitud de más de 2,000 kilómetros, que al atardecer te llevará sobre imponentes árboles, ríos caudalosos de la montaña Blackcomb hasta la montaña Whistler.

 

Aquí te olvidarás de las largas filas para comenzar a esquiar gracias a que puedes disfrutar del heliesquí, tours en helicóptero, que te conducirá a la cima para practicar esquí o snowboard. Ideal para expertos, aunque es indispensable contar con la asistencia de guías para esta aventura. Es posible contratar el paquete por varios días.

 

Recorridos interactivos en la nieve

 

Es el lugar ideal para caminar con raquetas de nieve, en un circuito a la orilla del río Cheakamus a través de los senderos de Farside y Riverside. Mientras atraviesas el bosque nevado, te encontrarás con un espectacular puente colgante. Si no eres un experto, no temas, este recorrido tiene una dificultad de fácil a moderada. No te pierdas la experiencia Vallea Lumina, que ofrece un recorrido nocturno multimedia en un sendero boscoso, donde el polvo de estrellas cae del cielo y la luz brillante ilumina mientras te enfilas a descubrir sorpresas interactivas.

 

El paraíso de Alberta

 

Te cautivará con el paisaje invernal del Parque Nacional de Banff con sus montañas rocosas nevadas, bosques salpicados de nieve y lagos congelados en una tonalidad turquesa, bajo un claro cielo. Para hacer más increíble la experiencia, sube al teleférico Banff, al pie de la montaña Sulphur para disfrutar de la vista 360º de seis magníficas cordilleras, mientras te encuentras a una altitud de 2281 metros, en tan solo ocho minutos.

 

Es el lugar ideal para practicar una variedad de actividades sobre la nieve, como un paseo tirado por perros o simplemente divertirte como los pequeños al realizar tubing. Una parada obligada es el lago Peyto congelado, que es alimentado por los glaciares del parque, estará rodeado por blancos bosques circundantes; la vista desde su mirador es increíble.

 

La astucia del rápel en una grieta

 

Disfruta de un recorrido fuera de serie al realizar senderismo en el glaciar Athabasca, el más visitado de América del Norte, y la masa más grande de las montañas Rocosas canadienses. Si deseas llevar tu visita al siguiente nivel, entonces debes descender a rápel por una grieta; solo recuerda hacerlo con la asistencia de un guía experimentado. Finalmente, relájate en las aguas termales superiores de Banff.

 

La ensoñadora Quebec

 

Sentirás que ingresas a un cuento de hadas, al visitarla, en esta temporada invernal, por sus calles adoquinadas cubiertas de nieve y sus fortificaciones; que le han valido el nombramiento de patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las llanuras de Abraham, fueron el sitio de la batalla de Quebec, pero en invierno brindan unas vistas al río y campos nevados, incluso el escenario perfecto para tomar selfies en un atardecer panorámico u organizar una batalla con bolas de nieve. 

 

Te deleitará con las cataratas de Montmorency, con 83 metros de altura, son 30 metros más altas que las del Niágara y permanecen parcialmente congeladas por el frío, el vapor congelado forma una gran masa de hielo en la base, creando Pan de azúcar; es ideal para una escalada en hielo. El teleférico y el puente colgante también son aptos para gozar de una odisea diferente.

 

El arte de pescar en frío

 

Aquí son populares las pequeñas cabañas que protegen del frío, mientas se pesca, las puedes rentar totalmente acondicionadas. Únicamente, tienes que visitar el pueblo pesquero de Sainte-Anne de la Pérade que tiene más de 500 ellas. Prepárate para unos descensos vertiginosos a través de sus bosques con bicicletas con llantas muy anchas conocidas como fat bike.

 

 

Finalmente, te sugerimos empacar para las gélidas temperaturas, la ropa térmica es imprescindible, ya que el frío se intensificará especialmente en enero y febrero. Ontario y Quebec, manejarán condiciones más frías y enfrentarán fuertes nevadas, mientras que la Columbia Británica experimentará tendencias más cálidas hacia finales de marzo.