¿Sabías que aproximadamente el 50 % de las mascotas presentan ansiedad ante los fuegos artificiales? Perros y gatos suelen experimentar sensaciones angustiantes que se transforman en pánico por el ruido que emiten.

 

¿Qué ocurre?

 

Los fuegos artificiales producen ruidos fuertes e irregulares y destellos brillantes que resultan mucho más intensos para las mascotas. Los perros y los gatos perciben el sonido con una intensidad mucho mayor que los humanos, lo que hace que los fuegos artificiales sean particularmente alarmantes.

 

La raíz de esta extendida fobia a los fuegos artificiales reside en su percepción sensorial superior, que convierte un breve y emocionante espectáculo para los humanos en un ataque prolongado y aterrador a sus sentidos.

 

Sonidos amplificados

 

Una explosión típica de fuegos artificiales puede alcanzar los 140 decibelios o más. Para ponerlo en perspectiva, esto es comparable al ruido de un motor a reacción y significativamente más fuerte que un concierto de rock (120 decibelios). Los perros y los gatos tienen un rango auditivo mucho más amplio y sensible que los humanos, lo que significa que estos sonidos no únicamente más fuertes, sino también físicamente dolorosos y desorientadores. De hecho, para ellos significa que el mundo se acaba, señaló calm.com

 

No hay aviso previo

 

En estas celebraciones de fin de año, sabemos que aparecerán cerca de las 12:00 P.M. Sin embargo, tu mascota no se entera. Así que cuando explotan, sin previo aviso, es aterrador; para colmo, no sabe de dónde salen. La situación se complica, pues no solo son ruidosos, estallan a intervalos aleatorios o en ráfaga.

 

Alerta para la huida

 

La incertidumbre evitará que tu mascota se calme, ya que él no sabe si el peligro ha pasado. La situación desencadenará su instinto de lucha o huida, profundamente arraigado. Dado que la amenaza (el ruido) es difusa e inescapable, suelen correr a esconderse, a pesar de que lo llames. No es simple desobediencia; es una respuesta de pánico instintiva.

 

¿Cómo actuará ante el miedo?

 

·      Esconderse: buscará refugio debajo de las camas, en los armarios o incluso entrará en espacios cerrados como las bañeras.

 

·      Inquietud y deambulación: ante la incapacidad para tranquilizarse.

 

·      Vocalización: quejidos, ladridos o maullidos excesivos.

 

·      Comportamiento destructivo: morder, arañar o escarbar en puertas y ventanas en un intento de escapar.

 

·      Escapar: asustado puede huir de entornos familiares.

 

·      Síntomas físicos: temblores, jadeo excesivo, babeo, pupilas dilatadas y, en casos graves, incontinencia urinaria o fecal.

Estrategias calmantes

 

 

1. Crea un espacio seguro

 

·      Designa una "habitación de pánico" mucho antes de que comience el ruido. En el interior de casa y sin ventanas, como un baño o un vestidor, que amortiguan el sonido de forma natural.

 

·      Barreras contra el ruido y la luz: cierra todas las ventanas y desliza las cortinas para reducir la intensidad del sonido y los destellos de luz.

 

·      Objetos reconfortantes: colocar en su camita, sus mantas favoritas y una prenda de ropa (con tu olor) dentro de este espacio.

 

·      Nunca forzar: asegúrate de que pueda entrar y salir de esta área cuando quiera; encerrarlo suele empeorar su ansiedad.

 

 

 

2. Disfraza el ruido exterior

 

Aquí el cometido es usar el sonido ambiente para amortiguar los estruendos fuertes e impredecibles. Sintoniza un programa de televisión en un canal de cocina o de documentales de la naturaleza, un ventilador o reproduce música relajante (existen listas de reproducción específicas para la ansiedad canina) o ruido blanco. El objetivo es crear una capa de sonido constante y predecible.

 

 

3. El momento de distracción

 

·      Tú eres el primero que tienes que mantenerte tranquilo. Las mascotas son muy perceptivas y pueden reflejar la ansiedad de sus dueños. Platícale en un tono bajo y tranquilizador. Continúa con tu rutina normal de actividades.

 

·      Proporciónale uno de sus juguetes masticables, la estimulación mental puede redirigir su energía nerviosa.

 

·      No mimes ni consientas en exceso a una mascota asustada, ya que esto puede reforzar inadvertidamente su creencia de que hay algo que temer.

 

 

4. Medidas de seguridad

 

·      Asegúrate de que las ventanas, puertas y portones estén perfectamente cerrados.

 

·      Siempre revisa su placa de identificación, ya que en caso de que escape, será de gran ayuda.

 

 

 

Con estas instrucciones, el episodio de ansiedad pasará más rápido de lo que ambos imaginan.